miércoles, 6 de mayo de 2009

POLÍTICA

Demora en obras públicas contradice Plan de Desarrollo

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CHAPINERO AFECTADO POR INTERMINABLES OBRAS PÚBLICAS

Es evidente que las obras públicas realizadas para la reconstrucción o reestructuración de la malla vial en Bogotá no están dando resultado ni se están ejecutando con la celeridad y cumplimiento que, se supone, exigen la administración Distrital y su Secretaría de Obras Públicas en cabeza de Lino Guillermo Baena Calle. Un ejemplo evidente de esto son las obras que se adelantan a paso de tortuga en la localidad de Chapinero en las calles más transitadas, la calle 63 y la 72 que empezó reparaciones en junio de 2008 y abarca varios tramos entre la carrera 11. Las obras están a cargo de la Unión Temporal Prourbanos, con un contrato por valor de 10.901 millones de pesos, del que también hacen parte las obras de la calle 63, entre carreras 17 y 24.

En un informe del Instituto de Desarrollo Urbano IDU, su Directora, Liliana Pardo explica que los retrasos en las obras son provocados por diversos factores, como la adecuación de redes de servicios públicos, donde en muchos casos, se encuentran redes antiguas que interfieren con las obras, algunas de ellas en malas condiciones, que deben ser cambiadas; incluso los tiempos de trabajo pueden variar cuando la Empresa de Acueducto decide aprovechar la intervención de las vías para renovar las redes de acueducto o alcantarillado.

Otra de las justificaciones para los atrasos en las obras, explicadas por el IDU, son los cambios que se hacen a los diseños sobre la marcha de la obra, la demora en los procesos de expropiación de predios, las limitaciones de horarios para el traslado de materiales, el invierno, y hasta el incumplimiento de los contratistas, a quienes se les adjudican contratos millonarios, que en muchas ocasiones hacen que se sacrifiquen otros rubros del presupuesto de la capital, para que finalmente incumplan a los ojos indiferentes de la Administración Distrital.

Al respecto, uno de los Ediles de Chapinero, Leonardo Ortiz, opina que una de las funciones del Edil es vigilar los recursos, la forma como se están invirtiendo en la localidad, y el tema de contratación en obras públicas es fundamental en la revisión por parte de la corporación, "indudablemente yo creo que los inconvenientes que se podrían presentar, en ocasiones son entendibles, pero en otras son muy reprochables; uno encuentra contratistas que duran con obras ejecutándose por más tiempo del pactado dentro del contrato y sin ninguna justificación" afima.

En este tipo de casos, el Edil asegura que se requiere al contratista, y se audita su labor pidiendo las explicaciones pertinentes, luego se convoca a la Personería y la Contraloría, para que vigile la ejecución del contrato; se llama también al interventor del contrato y en últimas, se procede a hacer el seguimiento, para que se impongan las multas y las sanciones correspondientes, conminando al contratista a cumplir lo pactado.

Cabe anotar que los incumplimientos en obras públicas no sólo se dan en la localidad de Chapinero, sino en otros 85 frentes de obra que el IDU tiene hoy desplegados por toda la ciudad, y en los que en casi una decena hay retrasos, situación que aporta al caos vehicular que no encuentra alivio ni siquiera con la reciente medida de pico y placa durante todo el día, además, de generar pérdidas a comerciantes de los sectores aledaños a estas interminables obras. Tal vez, es hora de que la Administración de Samuel Moreno tome las medidas necesarias y junto a los demás entes encargados como el IDU, hagan cumplir los contratos en beneficio de la comunidad, como lo proponen ampliamente en el acuerdo Nº 308 de 2008, por el cual se adopta el plan de desarrollo económico, social, ambiental y de obras públicas para Bogotá 2008 – 2012

"BOGOTÁ POSITIVA PARA VIVIR MEJOR”.

POR: CLAUDIA BENAVIDES

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