Nuevos medios, nuevas formas
“YES, WE CAN”
Vivir en las sociedades de hoy representa para muchos seres humanos un reto de grandes proporciones, pues tener que incluirse dentro de las dinámicas de la sociedad de la información no es tarea fácil; no obstante, se empiezan a vislumbrar resplandecientes destellos de una nueva política que se proyecta y se estructura a partir del uso de las TIC´s.
Por: José Escobar Romero
Lograr una fotografía en la primera plana de un diario reconocido, en la que se veía al candidato de turno con un niño en brazos y un fondo de miseria era, otrora, el sello indiscutible de favoritismo en las contiendas electorales; hoy ese cliché ha cambiado, y tal como viene ocurriendo, ya no se hace necesario el “sacrificio” de muchos políticos para que la gente les reconozca y adhiera a sus pretensiones de poder. Prueba de esto es la más reciente cruzada que consiguió llevar a la presidencia de los Estados Unidos al primer Afroamericano, en la que, tal como lo relata Kate Albright-Hanna, directora de video de nuevos medios para la campaña de Barack Obama, las redes virtuales se convirtieron en un elemento primordial para dar un rumbo diferente a la forma tradicional de hacer política.
Llegar a transmitir 14’548.809,05 horas de videos promocionales, en las que se pudieron ver más de 2.000 videos, que iban desde anuncios simples de 30 segundos hasta documentales de 20 minutos, transmitidos en su totalidad por medios diferentes a la televisión, para difundir la política inclusiva y participativa que prometió Obama, primero durante el periodo de elecciones de partido, y posteriormente rumbo a la Casa Blanca, es una muestra contundente de cómo los nuevos medios empiezan a tomar un papel de peso en las contiendas políticas con fines electorales.
Según un informe presentado por el portal especializado TechPresident.com, la campaña en video transmitido por nuevos medios que presentó el equipo de la periodista Albright-Hanna, tuvo una proporción de 30:1 frente a su contendor, esto teniendo en cuenta que la campaña de McCain presentó un total de 488.093,05 horas de video. No obstante, los costos para la campaña de Obama fueron calculados en U$ 46’893.000; casi la mitad de lo invertido por la oposición, como lo advierte Kate, quien gracias a las bondades de la sociedad de la información, tuvo la oportunidad de compartir por medio de video-conferencia una interesante charla con periodistas colombianos que se reunieron en la Embajada de Estados Unidos con sede en Bogotá, por invitación del gobierno americano y Andiarios, al finalizar el mes de abril de 2009.
Encontrar por ejemplo a un anciano radicado en un poblado rural, que frente a una webcam invitaba a sus compatriotas para apoyar, al que en ese momento era el primer afro descendiente que aspiraba a la presidencia de la primera potencia mundial, con un fervor tal que le llevaba a las lágrimas; y luego ver como ese mismo video se replicaba una y otra vez por las redes globales de internet, como Facebook o MySpace, mientras que con cada visualización del video se empezaban a generar miles de respuestas de usuarios cibernautas en Twitter, MSN, o en los mismos foros y chats de la página web creada para la campaña, es ver el recorrido que trazó tan sólo una de las múltiples cadenas que los miles de voluntarios lograron tejer en escenarios virtuales.
Estos hechos mediáticos no pasaron desapercibidos y de inmediato los periódicos del mundo, (que en su gran mayoría cuentan hoy en día con una edición digital de permanente actualización), registraban la indiscutible popularidad de Obama, no solo en los medios tradicionales, sino en las redes frecuentadas por jóvenes en la Internet, lo que de inmediato se traduciría en un número considerable de potenciales votantes y aportantes voluntarios para la campaña.
Diarios con El Pais.com de España, registraban por aquellos días en sus links y pages, frases como: “A sus 47 años, el candidato demócrata (Obama) recaudó en internet, para su campaña, decenas de millones de dólares más que su adversario republicano, John McCain, de 72 años, quien reconoció que no sabe utilizar una computadora…”; y analistas políticos y financieros, como Michael Malbin, investigador del Campaign Finance Institute, eran reseñados por medios, incluso digitales, con declaraciones que aseguraban que Obama usó internet "no sólo para recaudar fondos, sino también para convocar a un ejército de voluntarios, gracias a su sitio de socialización en línea, mybarackobama.com, donde la gente puede reunirse" y hacer parte de la campaña.
Este tipo de situaciones generaron un ambiente de confianza entre muchos electores indecisos, pues los mecanismos de participación que brindan los nuevos medios hacen que la opinión del ciudadano común tenga importancia, influencia, y por tanto sea tenida en cuenta de manera efectiva; o por lo menos es la sensación que deja en la mayoría de ciudadanos cibernéticos.
Todo lo anterior pone sobre la mesa de las sociedades modernas unos nuevos escenarios políticos, en los que, tal y como le expone la misma Albright-Hanna, el sentido de cercanía cambia, y mediante el uso de los nuevos medios se empiezan a generar vínculos que, para el consumidor final, se asemejan a los que entabla con cualquier “amigo” en la red. Frente a este panorama, el papel del Comunicador Social también se ve obligado a transformarse, pues ya no solo el asesor de prensa actúa como agente de comunicación desde el interior de las campañas, sino que pasa a ser un articulador de todos los mensajes, producidos por infinidad de seguidores, que se convierten, de cierta forma, en corresponsales dentro de sus comunidades cercanas.
De esta forma, el popular voz a voz de años atrás, se empieza a convertir en mail a mail, perfil a perfil o blog a blog. Los lenguajes se modifican, las distancias se transforman y el concepto de cercanía deja su sentido habitual de contacto. Hoy los electores sienten cercanía con candidatos que nunca han conocido en persona, pero que hacen parte de sus propias micro-redes, y por tanto, son integrantes directos de su mundo. Recibir correspondencia directa desde el perfil de un candidato, tiene el mismo valor que recibir la un mail de un amigo del trabajo con el que te ves con cierta frecuencia.
Tener la posibilidad de incluirse de alguna manera en la campaña de un aspirante a un cargo público en cualquier lugar del mundo, nos pone frente a la necesidad de dejar de lado las campañas locales para pasar a las globales. Años atrás, un elector se preocupaba escasamente por los candidatos de su localía; hoy, la política que se hace en el cono sur, por ejemplo, trasciende fronteras y genera la creación de grupos a favor y en contra de determinada política o de determinado jefe político.
No es gratuito que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, aparezca con amplios márgenes de popularidad en América Latina, o que Hugo Chávez tenga tan baja puntuación en el mismo ranking. Esto es producto de la difusión de datos y notas por medio de la red, que dan cuenta en todo el mundo de lo que ocurre en un territorio en particular.
Luego de pensar en todos estos asuntos, me vienen a la mente 2 hechos puntuales: Al finalizar su campaña y ser elegido como Presidente, Barack Obama rompió el record de visitas a un video en internet por medio de la red Youtube.com, superando los 100 mil millones de visualizaciones de su discurso de posesión, el cual por demás, ha sido el primero en su tipo en ser transmitido en directo por la web. Por otra parte, algunas semanas después, Susan Boyle, una mujer desaliñada, al parecer virgen, con 47 años de edad (los mismos de Obama), y algo de mostacho sobre el labio superior, quien era hasta ese momento anónima, se convirtió en la nueva sensación mediática y arrasó con el record de Obama, por lo que ostenta hoy el título del video más visto en la historia de la web, lo que catapultó a la fama a una persona, que en otras condiciones no habría salido de su condado rural, para tener reconocimiento mundial.
Al poner en la balanza estos dos hechos pienso para mis adentros y me pregunto: ¿Qué pasaría si Susan Boyle, aprovechando su repentino favoritismo, decidiera lanzarse a la arena política y se presentará como una nueva opción de cambio, inclusión y participación? Juzguen ustedes, hagan sus análisis, y espero sus respuestas en mi e-mail jescobarr@libertadores.edu.co , o en el blog http://comunicacionperiodismonocturnotercero.blogspot.com , en el que podrán encontrar una versión digitalizada de este mismo artículo. Y recuerden… “Si podemos…”
“YES, WE CAN”
Vivir en las sociedades de hoy representa para muchos seres humanos un reto de grandes proporciones, pues tener que incluirse dentro de las dinámicas de la sociedad de la información no es tarea fácil; no obstante, se empiezan a vislumbrar resplandecientes destellos de una nueva política que se proyecta y se estructura a partir del uso de las TIC´s.
Por: José Escobar Romero
Lograr una fotografía en la primera plana de un diario reconocido, en la que se veía al candidato de turno con un niño en brazos y un fondo de miseria era, otrora, el sello indiscutible de favoritismo en las contiendas electorales; hoy ese cliché ha cambiado, y tal como viene ocurriendo, ya no se hace necesario el “sacrificio” de muchos políticos para que la gente les reconozca y adhiera a sus pretensiones de poder. Prueba de esto es la más reciente cruzada que consiguió llevar a la presidencia de los Estados Unidos al primer Afroamericano, en la que, tal como lo relata Kate Albright-Hanna, directora de video de nuevos medios para la campaña de Barack Obama, las redes virtuales se convirtieron en un elemento primordial para dar un rumbo diferente a la forma tradicional de hacer política.
Llegar a transmitir 14’548.809,05 horas de videos promocionales, en las que se pudieron ver más de 2.000 videos, que iban desde anuncios simples de 30 segundos hasta documentales de 20 minutos, transmitidos en su totalidad por medios diferentes a la televisión, para difundir la política inclusiva y participativa que prometió Obama, primero durante el periodo de elecciones de partido, y posteriormente rumbo a la Casa Blanca, es una muestra contundente de cómo los nuevos medios empiezan a tomar un papel de peso en las contiendas políticas con fines electorales.
Según un informe presentado por el portal especializado TechPresident.com, la campaña en video transmitido por nuevos medios que presentó el equipo de la periodista Albright-Hanna, tuvo una proporción de 30:1 frente a su contendor, esto teniendo en cuenta que la campaña de McCain presentó un total de 488.093,05 horas de video. No obstante, los costos para la campaña de Obama fueron calculados en U$ 46’893.000; casi la mitad de lo invertido por la oposición, como lo advierte Kate, quien gracias a las bondades de la sociedad de la información, tuvo la oportunidad de compartir por medio de video-conferencia una interesante charla con periodistas colombianos que se reunieron en la Embajada de Estados Unidos con sede en Bogotá, por invitación del gobierno americano y Andiarios, al finalizar el mes de abril de 2009.
Encontrar por ejemplo a un anciano radicado en un poblado rural, que frente a una webcam invitaba a sus compatriotas para apoyar, al que en ese momento era el primer afro descendiente que aspiraba a la presidencia de la primera potencia mundial, con un fervor tal que le llevaba a las lágrimas; y luego ver como ese mismo video se replicaba una y otra vez por las redes globales de internet, como Facebook o MySpace, mientras que con cada visualización del video se empezaban a generar miles de respuestas de usuarios cibernautas en Twitter, MSN, o en los mismos foros y chats de la página web creada para la campaña, es ver el recorrido que trazó tan sólo una de las múltiples cadenas que los miles de voluntarios lograron tejer en escenarios virtuales.
Estos hechos mediáticos no pasaron desapercibidos y de inmediato los periódicos del mundo, (que en su gran mayoría cuentan hoy en día con una edición digital de permanente actualización), registraban la indiscutible popularidad de Obama, no solo en los medios tradicionales, sino en las redes frecuentadas por jóvenes en la Internet, lo que de inmediato se traduciría en un número considerable de potenciales votantes y aportantes voluntarios para la campaña.
Diarios con El Pais.com de España, registraban por aquellos días en sus links y pages, frases como: “A sus 47 años, el candidato demócrata (Obama) recaudó en internet, para su campaña, decenas de millones de dólares más que su adversario republicano, John McCain, de 72 años, quien reconoció que no sabe utilizar una computadora…”; y analistas políticos y financieros, como Michael Malbin, investigador del Campaign Finance Institute, eran reseñados por medios, incluso digitales, con declaraciones que aseguraban que Obama usó internet "no sólo para recaudar fondos, sino también para convocar a un ejército de voluntarios, gracias a su sitio de socialización en línea, mybarackobama.com, donde la gente puede reunirse" y hacer parte de la campaña.
Este tipo de situaciones generaron un ambiente de confianza entre muchos electores indecisos, pues los mecanismos de participación que brindan los nuevos medios hacen que la opinión del ciudadano común tenga importancia, influencia, y por tanto sea tenida en cuenta de manera efectiva; o por lo menos es la sensación que deja en la mayoría de ciudadanos cibernéticos.
Todo lo anterior pone sobre la mesa de las sociedades modernas unos nuevos escenarios políticos, en los que, tal y como le expone la misma Albright-Hanna, el sentido de cercanía cambia, y mediante el uso de los nuevos medios se empiezan a generar vínculos que, para el consumidor final, se asemejan a los que entabla con cualquier “amigo” en la red. Frente a este panorama, el papel del Comunicador Social también se ve obligado a transformarse, pues ya no solo el asesor de prensa actúa como agente de comunicación desde el interior de las campañas, sino que pasa a ser un articulador de todos los mensajes, producidos por infinidad de seguidores, que se convierten, de cierta forma, en corresponsales dentro de sus comunidades cercanas.
De esta forma, el popular voz a voz de años atrás, se empieza a convertir en mail a mail, perfil a perfil o blog a blog. Los lenguajes se modifican, las distancias se transforman y el concepto de cercanía deja su sentido habitual de contacto. Hoy los electores sienten cercanía con candidatos que nunca han conocido en persona, pero que hacen parte de sus propias micro-redes, y por tanto, son integrantes directos de su mundo. Recibir correspondencia directa desde el perfil de un candidato, tiene el mismo valor que recibir la un mail de un amigo del trabajo con el que te ves con cierta frecuencia.
Tener la posibilidad de incluirse de alguna manera en la campaña de un aspirante a un cargo público en cualquier lugar del mundo, nos pone frente a la necesidad de dejar de lado las campañas locales para pasar a las globales. Años atrás, un elector se preocupaba escasamente por los candidatos de su localía; hoy, la política que se hace en el cono sur, por ejemplo, trasciende fronteras y genera la creación de grupos a favor y en contra de determinada política o de determinado jefe político.
No es gratuito que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, aparezca con amplios márgenes de popularidad en América Latina, o que Hugo Chávez tenga tan baja puntuación en el mismo ranking. Esto es producto de la difusión de datos y notas por medio de la red, que dan cuenta en todo el mundo de lo que ocurre en un territorio en particular.
Luego de pensar en todos estos asuntos, me vienen a la mente 2 hechos puntuales: Al finalizar su campaña y ser elegido como Presidente, Barack Obama rompió el record de visitas a un video en internet por medio de la red Youtube.com, superando los 100 mil millones de visualizaciones de su discurso de posesión, el cual por demás, ha sido el primero en su tipo en ser transmitido en directo por la web. Por otra parte, algunas semanas después, Susan Boyle, una mujer desaliñada, al parecer virgen, con 47 años de edad (los mismos de Obama), y algo de mostacho sobre el labio superior, quien era hasta ese momento anónima, se convirtió en la nueva sensación mediática y arrasó con el record de Obama, por lo que ostenta hoy el título del video más visto en la historia de la web, lo que catapultó a la fama a una persona, que en otras condiciones no habría salido de su condado rural, para tener reconocimiento mundial.
Al poner en la balanza estos dos hechos pienso para mis adentros y me pregunto: ¿Qué pasaría si Susan Boyle, aprovechando su repentino favoritismo, decidiera lanzarse a la arena política y se presentará como una nueva opción de cambio, inclusión y participación? Juzguen ustedes, hagan sus análisis, y espero sus respuestas en mi e-mail jescobarr@libertadores.edu.co , o en el blog http://comunicacionperiodismonocturnotercero.blogspot.com , en el que podrán encontrar una versión digitalizada de este mismo artículo. Y recuerden… “Si podemos…”
Me parece que es demasiado importante ya que podemos conocer más sobre estos temas
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